La educación, el horizonte exportador y la necesidad de acuerdos en el centro del debate
En el marco del 146º Congreso Maderero, organizado por Faima, la Cámara de Empresarios Madereros y Afines dijo presente con una mesa integrada por representantes de las empresas que conforman la entidad, en la que se plantearon los desafíos que enfrenta el sector en materia de producción y exportación de bienes finales.
La actividad se desarrolló en el 5to piso del imponente ex Correo Central, con un panel integrado por Hugo Ricciuti, presidente de CEMA, el arquitecto Vicente Mazzitelli, secretario General de la Cámara, Antonio Oblak, socio y titular de la firma Oblak Hermanos, Sofía Salazni, de AMUBE S.A. y Nicolás Arboyán de Distribuidora Thonet S.A.
Tras las palabras de bienvenida de Ricciuti, en las que agradeció especialmente a la presidenta de Faima, Mercedes Omeñuka por la organización del Congreso y el espacio brindado para la realización de la actividad, el arquitecto Vicente Mazzitelli, brindó los primeros detalles de la diplomatura en construcción con madera que prepara en la Universidad Nacional de la Matanza, destinada a ingenieros y arquitectos.
En materia de formación, cabe destacar que las entidades gremiales trabajan desde 2016 en capacitaciones vinculadas a la cadena de valor de la madera y las 28 Cámaras que integran Faima contabilizan a más de 4.200 personas que asistieron a distintas instancias formativas, entre las que se destacan 900 que se interesaron en contenidos específicos de construcción en madera.
Docente desde hace 39 años, Mazzitelli se interesó siempre en llevar al ámbito académico la problemática de la cadena de valor de la madera en la construcción. “El resto de las áreas medianamente siempre fue abordado en las facultades y en los institutos a través de concursos de diseñadores, a través de diseños de equipamiento, pero la problemática de construcción en madera sigue siendo un problema que seguimos sin poder resolver”.
Mazzitelli planteó que existe un problema cultural, que se expresa en los estudios de arquitectura cada vez que ante un nuevo proyecto, lo primero que se piensa es en hacer arquitectura en ladrillo, en hormigón o en metálica. “¿Por qué no formar arquitectos e ingenieros que estén vinculados al área de la construcción de arquitectura con madera o de madera?”, fue la pregunta que derivó en el proyecto universitario que seguramente se pondrá en marcha durante los primeros meses de 2025.
“Se está construyendo con madera en las grandes capitales del mundo, en edificios muy importantes. Vamos a intentar darle este ímpetu que necesita la construcción a partir de la formación de los profesionales que quieran incentivar la construcción en madera”, celebró.
Jóvenes con experiencia
Integrantes de CEMA Joven, Alejandro Nicolás Arboyán se presentó para compartir algunas de las experiencias acuñadas en Distribuidora Thonet S.A., una empresa con 45 años de historia en Argentina, que él dirige desde hace cinco.
Desde el escenario, Arboyán exhibió una silla del modelo histórico que comercializa su firma, con la intención de demostrar que es posible ofrecer un producto, “bueno, bonito y barato”.
“Michael Thonet trasladó los procesos curvado de madera maciza a la industria del mueble e inventó una silla que en vez de hacerse con 23 o 25, se pudiera hacer con apenas 8 tornillos. Eso es suficiente para tener una silla con altísima durabilidad, estéticamente muy agradable, que en 1859 se comercializaba a tres florines, que es lo que representaba el valor de una botella de vino”, reflexionó.
“Podemos y tenemos la capacidad de pensar diseños que puedan llegar a todo el mundo. Tenemos la infraestructura, la materia prima, la materia gris, profesionales increíbles y fábricas con capacidades”, alentó a los presentes.
Con el ejemplo de la silla es la más vendida del mundo, Arboyán planteó la necesidad de exportar, no sólo materias primas, sino también el verdadero valor.
Sofía Salazni, segunda generación de Amube S.A, planteó la necesidad de pensar en “un crecimiento constante, pero muy equilibrado”, capaz de sobrellevar los “constantes cambios económicos y políticos” que atravesó el país a lo largo de su historia. “Creo que la base es no querer crecer de un salto, sino ir creciendo constantemente, pero no parar».
Salazni usó la experiencia de su empresa para graficar el concepto. Así relató que en 2001 comenzaron a fabricar muebles que se comercializan desarmados en caja, una modalidad que por entonces no se producía en escala en Argentina.
“Soy una fiel creyente y una persona que investiga mucho los mercados internacionales, hasta hace poco exportábamos muchísimo a Sodimac Chile, Easy y un montón de países de Latinoamérica. Tenemos la capacidad de exportar, tenemos los precios, tenemos la maquinaria, tenemos la gente”, sostuvo.
La integrante de la comisión directiva de CEMA hizo un llamado a la unidad de las entidades gremiales empresarias para avanzar en temas como las certificaciones que permitirán crecer en materia exportadora.
Recuperar la centralidad de la madera
Antonio Oblak tomó la palabra para reivindicar el uso de la madera en todo el proceso productivo de las puertas que fabrica su empresa.
Recordó que durante años, el 85 %de los marcos de sus puertas eran metálicos, pero a partir de un trabajo decidido y, a pesar de las opiniones que los desalentaban, pudieron llegar al momento actual en el que el 90% de los marcos de sus cerramientos son de madera.
Oblak, tercera generación de fabricantes, sostuvo que frente a las adversidades, los empresarios deben apelar a la innovación, la tecnología, la actualización y el compromiso.
La importancia de la educación
En el cierre de la actividad, Ricciuti aseguró que la única forma de superar los problemas que atravesamos en un país que muchas veces se torna hostil es a través de la educación. “El oficio y la capacitación hacían la diferencia y muchas de nuestras industrias se nutrieron de esas personas que tal vez no tenían educación”, enunció.
“La tecnología llegó con otras variables y oportunidades. Algunos colegas y algunos sindicatos plantean que la tecnología los va a dejar sin trabajo y eso es absurdo porque la evolución nos va a dar la posibilidad de producir más y mejor. El verdadero enemigo es la ignorancia. Necesitamos formar una sociedad educada para que nuestras industrias puedan producir con la mejor tecnología del mundo y nosotros tenemos que aportar a esto”, dijo.
Tras felicitar a Faima por la organización del Congreso, Ricciuti llamó a encontrar acuerdos entre fabricantes de bienes finales y productores de la forestoindustria: “Agradezco lo que ustedes hacen para que nosotros tengamos la materia prima y nos invito a tendernos la mano y trabajar juntos para superar los problemas, transitar oportunidades porque quedarnos aislados será peor”.
“Hay mucho por hacer y celebro lo que surge de estas reuniones y este congreso. Tenemos que escucharnos más, encontrar las dificultades para superarlas y poder encontrar en los productores nacionales, mejores productos para nosotros ser mejores clientes”, concluyó el titular de CEMA.