La suspensión por un año de los embargos y ejecuciones fiscales, la creación de un seguro de desempleo y retiro –esto supone una modificación a la Ley de Contrato de Trabajo-, y la limitación del valor de las indemnizaciones, fueron algunos de los planteos formulados por los industriales, quienes llegaron al Congreso con el borrador de un documento consensuado que contiene una docena de iniciativas tales como la modificación del sistema impositivo y la regulación del empleo con el objetivo de generar “un marco previsible para contratar trabajadores”. También se propuso la implementación de la factura conformada como método legítimo de financiación PYME. El escrito final con todas las propuestas se presentará dentro de un mes.
Algunos de los puntos planteados fueron el establecimiento de un fondo de ahorro obligatorio de desempleo y retiro, la fijación de montos máximos para las indemnizaciones, el freno a la litigiosidad laboral, el fortalecimiento de mecanismos de defensa comercial y el estímulo a las exportaciones, la mejora en las condiciones de pago de las moratorias que muchas veces se caen debido a la imposibilidad de pagar como consecuencia de los intereses muy elevados que cobra la AFIP. En este sentido, se alertó acerca de la complejidad que mantiene el sistema impositivo argentino y la manera en que los organismos públicos persiguen a las empresas que lo sostienen, muchas veces con situaciones de maltrato a la hora de realizar, por ejemplo, gestiones por levantamiento de embargos.
Se pidió la aplicación de una moratoria extendida para empresas industriales de hasta 80 trabajadores, de modo tal de evitar embargos y ejecuciones durante un año, y se planteó el perjuicio concreto que tendrá para las Pymes la reinstauración de tres feriados puente, una medida votada recientemente en el Congreso. Precisamente, se señaló la responsabilidad del Poder Legislativo en esta medida que generará para el año próximo un incremento del 1,21 por ciento en la incidencia de la mano de obra y las cargas sociales sobre los costos.
Esta realidad genera una merma en la productividad y vuelve más caros y menos competitivos a los productos nacionales. En este marco, los sectores que no logran reactivarse aun y los que sí lo hicieron, enfrenten una competencia desleal, tanto con los productos importados como con aquellos que son fruto de la producción no registrada.
Es para destacar que la presentación de los empresarios pyme fue absolutamente apartidaria y respondió únicamente a las necesidades del sector. Junto a los madereros, estuvieron presentas representantes de los sectores textil, gráfico, metalúrgico, petróleo, alimentación, papel, calzado y autopartes.
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